FUNDAMENTACION  DE  LA  ORIENTACION  FORMULACION  Y  EVALUACION DE  PROYECTOS
Nuestra realidad es muy compleja y se encuentra en constante proceso de transformación. En primer lugar es la misma población que mediante su trabajo y sus actividades intervienen consciente o inconscientemente en este proceso de transformación: se construyen caminos, casas, se siembran extensiones de pastos que reducen los bosques, etc. Sin embargo, las acciones de la gente no se desarrollan de una manera arbitraria sino que obedecen a sus tradiciones, sus creencias y sus valores.
Este factor hay que tomarlo en cuenta, si queremos transformar nuestra realidad hacia una “situación deseada”
Irene Horejs “Formulación y gestión de Proyectos”  1991.
OBJETIVOS DEPARTAMENTALES
¨       Favorecer  en  los  alumnos/as aprendizajes,  que  les posibiliten  vincular  el  conocimiento teórico  y  metodológico con  el   análisis  crítico  de  la  realidad.
¨       Posibilitar  que  los  alumnos/as valoren  el trabajo  en  equipo,  desarrollando  actitudes cooperativas  y   solidarias  entre sus  compañeros/as  así  como  en  el  entorno  en  el  cual  desarrollar sus proyectos.
FUNDAMENTACIÓN
  Los cambios políticos , económicos y sociales registrados en los últimos años, han supuesto una nueva forma de relacionarse, de establecer contratos, de plantear requerimientos a las instituciones del Estado y plantearse también una forma de organizar las propias necesidades y sueños así como planificar los pasos necesarios para hacerlos realidad.
            El término proyecto tiene una serie de significados e interpretaciones, pero  de algún modo está relacionado  con tres conceptos: construcción, futuro e imaginación creativa.
            El hombre tiene expectativas  y deseos relacionados con el  futuro que  a su  vez actúan  como motivadores en  su accionar presente.
            Futuro  y presente pueden relacionarse de distintas maneras, con distinto  grado  de certeza, con más o menos riesgos y  audacia, pero  en  definitiva , tanto  en los individuos  como en  las instituciones, el  motor está en  lo que se desea alcanzar. 
Una  persona, una institución, una región o un país que no  tenga proyecciones  sobre el  futuro, que  no tenga proyectos, por pequeños que  sean, está despojado  de la energía esencial que le da la vida. El grado de utopía  de esos proyectos  puede tener distinta magnitud, pero  en  definitiva es la utopía la que nos moviliza, la que  genera el  movimiento, especialmente en tiempos de crisis .
            El  punto  de llegada, los objetivos, las metas, sueños o esperanzas, tiene que  ver con las expectativas  humanas sobre el  futuro.
             El punto  de llegada hace referencia a lo que habitualmente, en planificación, se denomina objetivo. En realidad, los procesos sociales son infinitos y por lo tanto nunca hay un punto estático, de fin,  de llegada.
            “Aunque  parezca paradójico, el planificador que no  tiene una buena dosis  de utopía carece de la flema que  necesita  la tarea de imaginar el  futuro. Planificar  es una acción de imaginar y  crear, de lo contrario,  se desnaturaliza su  esencia , y en esa imaginación , las utopías juegan un papel fundamental”
            Pichardo Muñiz Arlette señala que “la planificación aprece como una forma particular de llevar a la práctica un determinado proyecto político, entendido como un conjunto de fines que - no necesariamente aparecen explícitos- sobre el tipo de sociedad que se desea lograr o mantener y es sustentado por una fueza social o coalición de fuerzas, así todas las fuerzas sociales inscriptas en la escena política pueden tener un proyecto político.”
            Por ello la idea de proyecto hoy  en  día se ha desprendido de los espacios tradicionales de la empresa, pero también del orden administrativo del Estado y de las estructuras que le dan soporte así como del mundo de las ONGs. El hasta por así llamarlo proyectocentrismo ha abarcado a los espacios educativos, de servicio, productivo, comercial, tanto  estatales como  privados. En la actualidad se hace difícil pensar en realizar actividades sin que medie un diseño de proyecto  anterior.
La concepción de proyecto implica no sólo la planificación sino que incluye también una permanente evaluación, la que podría ser definida “ como una forma de investigación social aplicada , sistemática, planificada y dirigida ; encaminada a identificar , obtener y proporcionar de manera válida y  fiable , datos e información suficiente y relevante, en que  apoyar  un juicio acerca del mérito  y  el  valor de los diferentes componentes  de un proyecto o programa ( tanto en  la fase de diagnóstico, como en la programación o  ejecución). Esta puede realizarse también sobre un conjunto de actividades específicas que  se realizan, han realizado o  realizarán, con el  propósito  de producir efectos y  resultados concretos. Estas acciones permiten comprobar  la extensión y  el  grado en que dichos logros se han dado, de forma tal  que  sirva de base  o  guía  para una toma de decisiones racional  e inteligente entre cursos de actuación, o para solucionar problemas y  promover el  conocimiento  y  la comprensión de los factores intervinientes en el proceso"[1]
            Por las características institucionales es posible enmarcar la orientación en conceptos políticos, económicos y  sociológicos. También es necesario promover el  reconocimiento de problemáticas como: la de género, la  ambiental, la de los derechos humanos, etc. que  han aparecido  en  los  últimos  decenios  del  siglo XX. Estas son producto de una crisis de  la  civilización, que cuestiona  la  racionalidad económica  y  tecnológica dominantes. 
De esta manera,  se  pretende  que el abordaje de la formulación, ejecución y evaluación de proyectos, no converja sólo en la propuesta reduccionista de conocer los pasos para la elaboración del mismo , sino  también poder realizar una lectura crítica sobre los supuestos que lo sustentan.
Asimismo se pone especial énfasis en una concepción participativa y protagónica de responsables y beneficiarios y  no desde una concepción tecnocrática que busca diseñarlos desde un escritorio, lo cual implica establecer el equilibrio entre lo económico y lo social, por lo menos en sus aspectos básicos y significativos.
Es importante reconocer que los proyectos forman un todo  que  comprende su diseño, gestión - administración, y  seguimiento  -  evaluación. Los proyectos tienen su  génesis en las necesidades sentidas por un grupo y  las demandas que  los momentos históricos plantean  como necesarias. Por ello  la importancia de analizar los distintos paradigmas de desarrollo en los cuales por los general  se han inscripto  los proyectos.
            Coincidimos con E. Rockwell (1995)  sobre  la  necesidad  de  reconocer que  los  alumnos  son  poseedores de conocimientos  extraescolares,   cuyas apropiaciones son previas o simultáneas a las que realiza  en el contexto escolar;  por  lo  que   consideramos que  los  docentes  debemos  estar capacitados  para  trabajar sobre ese conocimiento, analizarlo como problemática, para que esos esquemas  a través de los cuales los alumnos ordenan su propio conocimiento del mundo, no queden estereotipados ni pierdan  la significación que pueden alcanzar (Achilli, 1996).
            Según H Gardner, los estudiantes poseen diferentes mentalidades y por ello aprenden, memorizan, realizan y comprenden de modos diferentes. Algunos realizan una aproximación primordialmente lingüística al aprendizaje, mientras que otros prefieren un rumbo espacial o cuantitativo u obtienen mejores resultados cuando se les pide que manejen símbolos de clases diversas y otros pueden desplegar mejor comprensión mediante demostraciones prácticas o a través de interacciones con otros individuos. Su postulado es que “los seres humanos somos capaces de conocer el mundo de siete modos diferentes: a través del lenguaje, del análisis lógico-matemático, de la representación espacial, del pensamiento musical, del uso del cuerpo” entre otros. Estas diferencias desafían a un sistema educativo que supone que todos aprenden las mismas materias del mismo modo. La orientación es un espacio que considera este desafío a partir de las múltiples posibilidades que se les ofrecen a los alumnos y alumnas para el abordaje de diferentes recortes de la realidad, desde las asignaturas y los talleres.
            El punto de partida será el contexto social y antropológico de la realidad inmediata. El docente, conociendo el entorno, podrá promover habilidades y conocimientos para interpretar e intervenir en su propio contexto u otros,  contribuirá a generar las condiciones apropiadas para la formación de una persona  participativa, capaz de gestar cambios, de aceptar las diferencias, propendiendo  a la formación  de actitudes hacia la aceptación, la no marginación y la no discriminación. 
El grupo como lugar de encuentro, la cohesión, las expectativas que estimulan, la situación social en la escuela como potenciadora del enriquecimiento individual y colectivo y la heterogeneidad respetada constituyen dimensiones necesarias para la formulación de proyectos.
Haciendo educación desde una perspectiva crítica, progresista, democrática, nos obligamos a engendrar, estimular, favorecer la práctica educativa en el ejercicio del derecho a la “participación” de los que directa o indirectamente están ligados al quehacer educativo.
Paulo Freire
Es necesario destacar que la tarea emprendida se basa en “El esfuerzo propio y la ayuda mutua” principio que da sentido al trabajo en equipo.
METODOLOGÍA DE  TRABAJO
  En relación  a  la  fundamentación  metodológica de  la  Orientación, la  misma dependerá de las características de los grupos de  alumnos/as que cada año se constituye tanto  en  5° como  en  6° año, esto  es  tener  presente  una serie de condiciones que pueden articularse de diferentes maneras como por  ejemplo número de alumnos  por  año, sus  condiciones  familiares, las  expectativas con  las  que  comienzan cada  año, sus representaciones y transferencias tanto manifiestas como latentes respecto a la materia, a la docente, al grupo y a la institución,  debido  a  que  a  lo largo  del cursado  de  la  orientación, los  agrupamientos  son  diferentes.
 Edith Litwin,  destaca que la clase es un espacio social en el que se comparte y se negocia y que la ética del docente se fundamenta en su honestidad para explicitar la provisionalidad de las teorías que propone y la comprensión de los recortes temáticos particulares que su criterio, sus preferencias o su ignorancia lo llevaron a hacer en sus contenidos programáticos, debido a que el/la docente son concebidos  como  "actores y  actoras" coyunturales, portadores/as de condicionantes culturales, de género, profesionales y  personales , que actúan como condicionantes y mediadores en los procesos de enseñanza.
Esto implica que el/la docente tenga una permanente vigilancia epistemológica de su propia práctica, en tanto la condición de los contenidos y de las formas de enseñar adquieran un carácter de provisionalidad y no de verdad única.
 “Lo que es fundamental es que el docente trabaje por y para la comprensión de la lógica disciplinar por parte del alumno y, en consecuencia por la construcción de un conocimiento significativo, relevante y transferible, para lo cual los contenidos que se le brindan deben ser en sí mismos significativos, lógicos y transferibles.
En este esquema teórico se da una preponderante importancia a los contenidos y su estructuración disciplinar, que los alumnos integrarán en itinerarios o diagramas cognitivos de su propia construcción (o reconstrucción, mejor dicho) y que mantienen, necesariamente, compatibilidad y coherencia con los mapas cognitivos en que se esquematizan los contenidos disciplinares según su propia lógica de constitución interna.” ( Winivesky,  Sonia – 1.996)
 Esto  no  sería  posible  si  no  se  entiende  que el estudio de cualquier aspecto de la experiencia humana ha de ser, por necesidad, multifacético. En que vemos cada vez más que la mente humana, si bien no existe sin cerebro, tampoco existe  sin tradiciones familiares, sociales, genéricas, étnicas y generacionales. 
Bachelard, señalaba que lo simple no  existe: sólo existe lo simplificado. Por  ello, siguiendo la  línea  de  pesamiento  de  Edgar  Morin,  es  importante  reconocer la  complejidad de la realidad así  como  del  pensamiento. "...el pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que  relaciona. Es el significado más cercano del término complexus (lo que está tejido en conjunto). Esto quiere decir que en oposición al modo de pensar tradicional, que divide el campo de los conocimientos en disciplinas atrincheradas y clasificadas, el pensamiento complejo es un modo de religación. Está pues contra el aislamiento de los objetos de conocimiento; reponiéndoles en su contexto, y de ser posible en la globalidad a la que pertenecen."(Morin, 1996, p. 72) 
Lo propio del pensamiento complejo es reconocer que la realidad es una y, aunque dividida artificialmente para su estudio, siempre será una y requerirá de esfuerzos multi e interdisciplinarios para ser estudiada. 
El mundo y la realidad que se percibe depende de la capacidad de percepción de quien percibe, de tal manera que se pueden percibir mundos y realidades diferentes. Por lo cual, yo no puedo garantizar que mi percepción sea la única, ni la mejor, ni la verdadera, sólo puedo dar mis argumentos de por qué la percibo así y no de otra manera. 
La realidad como tal no es algo que esté fuera del sujeto, el cual sólo tiene que ir a tomarla allá afuera. La realidad se va construyendo a partir de un conjunto de selecciones y clasificaciones que realiza el sujeto. En este proceso tiene dos herramientas importantes, una es el lenguaje y la otra el pensamiento. 
Para lograr desarrollar este tipo de pensamiento es preciso desafiar nuestros mitos y dogmas académicos, repensar críticamente cómo pensamos y aceptar, en algunos casos, que las contradicciones no pueden ser siempre resueltas.
En  este  sentido,  el  docente debe  brindar los “andamiajes conceptuales” que redundarán  en las actividades concretas de los/las estudiantes, tanto en la situación de clase como en otros espacios y momentos de trabajo conceptual y aplicativo, mediante el aprendizaje y puesta en acción de actos de expresar, comunicar, definir, realizar, discutir, polemizar, etc. sobre significados, relaciones de sentido y derivaciones empíricas.
Siguiendo  el  pensamiento  de  la  Prof. Sonia  Winivesky, “las instituciones, los grupos y los sujetos constituyen una dialéctica ininterrumpida de atravesamientos recíprocos, simultáneamente instituida e instituyente en el amplio y dramático espacio social”.  
En su implementación didáctica, la constitución de grupos de aprendizaje o grupos de estudio podría crear un espacio para el crecimiento en cooperación recíproca, sin  embargo, a su vez también  pueden   generarse situaciones de ansiedad respecto al propio valor o desconfianza respecto a la aceptación de los otros, fenómenos que, Enrique Pichón Riviere denominaba “ansiedades depresivas y persecutorias”.  Situaciones  a  las  que  como  docentes  también  debemos  prestar  especial  atención  a  los  fines  de  no  estereotipar  la  actuación  y  actitud  de  los  alumnos/as  en  categorías  de  buenos  y  malos,  aplicados  o  vagos.
“Afirmamos que todos pueden aprender a participar, a reconocer a los otros y a sentirse reconocidos, ya que el discurso del grupo se va armando con los signos de cada uno y su resonancia en la malla grupal” (S Winivesky).
Por  las  consideraciones  antes  mencionadas,  las estrategias  metodológicas  que orientan la  metodología en  base  a  la a cual  se  trabaja  en  el  departamento son  básicamente  dos,  que  se  incluyen  y  complementan mutuamente:  el  trabajo  en  Taller  y  las  formación  de  grupos  operativos.
Acerca del primero  se  lo  puede  definir  como  un  espacio de  trabajo donde  se  articulan saberes  con el objeto de  analizar  situaciones  problemáticas e  identificar alternativas  de  solución, esta  metodología  de  trabajo  se  sustenta  en: la  Educación  Popular, la Investigación  Acción Participante, y la  Planificación  Participativa. 
Durante el  desarrollo  del  Taller  se  identifican  los  siguiente  momentos:
1.     Presentación
2.     Integración
3.     Problematización
4.     Aporte  teórico
5.     Acuerdo-programación
6.     Evaluación
Es  importante  destacar  que  lo  que   anima esta metodología es  el  respeto  por  el/la otro/a,  por  lo  que  se  convierte  en  una herramienta  dialogal  que retende  desconstruir  y  reconstrir  en  conjunto , la  idea  de  Taller “procede  del  establecimiento del  vínculo y la comunicación a la producción de la tarea, tanto  a nivel  concreto  como abstracto, en tanto  a través del grupo  se logra de hacer la síntesis del hacer, el  sentir y el pensar, el  aprendizaje. El Taller puede combinar perfectamente, el  trabajo  individual y  personalizado y la tarea socializada, grupal y colectiva” (María Teresa Cuberes)
Esta propuesta  de  taller,  pretende  complementarse  con  el  abordaje de las  inteligencias  múltiples  propuestas por  Gadner,  a  los  efectos de enriquecer  el  trabajo  aúlico  y  poder  de  alguna manera prestar  atención  a  las características  personales de los alumnos/as y  de  esta  manera  tratar  de  realizar una enseñanza  más acorde  a sus  intereses.
A  su  vez,  el  grupo  operativo  se  caracteriza se caracteriza por estar centrado en forma explícita en una tarea que en  este caso  es  el  aprendizaje. Bajo esta tarea explícita subyace otra implícita que apunta a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas estereotipadas que dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo frente a toda situación de progreso o cambio”.
"La tarea consiste entonces en la elaboración de dos ansiedades básicas, 'miedo a la pérdida' (ansiedad depresiva) de las estructuras existentes y 'miedo al ataque' (ansiedad paranoide) en la nueva situación, proveniendo esta última de nuevas estructuras en las que el sujeto se siente inseguro por carencia de instrumentación. 
Los  grupos  operativos  organizan  su tarea  a  través  del  ECRO, abreviatura de Esquema Conceptual, Referencial y Operativo. El ECRO es un conjunto de conceptos teóricos ('conceptual'), que son referidos a un grupo y a una situación concreta ('referencial') para trazar instrumentalmente ('operativo'), sobre esas bases, una estrategia de cambio que se constituye como la tarea de un grupo operativo. El ECRO es ante todo un instrumento que debe ser construído en el contexto de las actividades de un grupo operativo y es, por ello, ante todo, un ECRO grupal.
Que el ECRO sea un instrumento significa que no es un fin en sí mísmo, sino un medio que deberá construír un grupo operativo para, sobre esa base, cumplir su cometido. Se lo define como un "conjunto organizado de nociones y conceptos generales teóricos, referidos a un sector de lo real, a un universo del discurso, que permite una aproximación instrumental al objeto particular concreto. Este ECRO y la didáctica que lo vehiculiza están fundados en el método dialéctico" .
Como su nombre lo indica, el ECRO está constituído por tres esquemas: conceptual, referencial y operativo, estando los tres articulados dialécticamente entre sí en el sentido que cada uno va enfrentándose e integrándose con los otros en el transcurso del quehacer grupal, hasta constituírse en una herramienta única. El ECRO no es entonces un concepto estático sino dinámico.
Así concebido, el ECRO ubica "al sujeto en el campo (lo referencial), le permita abordarlo a partir de elementos conceptuales [lo conceptual], comprenderlo y operar sobre él mediante las técnicas adecuadas [lo operativo]. Esta 'situación' en el campo y el pensar y operar sobre él implica la necesidad no sólo de manejo teórico sino de la elaboración de las ansiedades emergentes en toda situación de cambio" .
En suma, "las finalidades y propósitos de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su actividad está centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a causa del monto de ansiedad que despierta todo cambio. En el grupo operativo, el esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje y la resolución de tareas coinciden con la curación, creándose así un nuevo esquema referencial”.
De esta  manera  se  concluye  con  la  afirmación,  que  la  concepción metodológica  sustentada  por los  y  las  docentes  de  la  Orientación,  combina  nociones  realcionadas  con  estratégico  metodológico, sí  como  con lo epistemológico  en  el  hecho  pedagógico  de  la  enseñanza  y  su  par el  aprendizaje,  con  el  fin  de  dar  mayor  sentido  y  significatividad a las  asignaturas  y  los  talleres,  sin  descuidar el análisis  permanente  de  la  propia  práctica que  es  individual pero  que se  problematiza  y  enriquece  en  la  acción  colectiva.
[1] Aguilar, María José y Ander-Egg Ezequiel. Evaluación de Servicios y Programas Sociales. Siglo XXI de España.,Editores,S.A. Madrid 1992

 
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