viernes, 23 de mayo de 2008

Marco teorico de la orientación Laboral

FUNDAMENTACION DE LA ORIENTACION FORMULACION Y EVALUACION DE PROYECTOS

Nuestra realidad es muy compleja y se encuentra en constante proceso de transformación. En primer lugar es la misma población que mediante su trabajo y sus actividades intervienen consciente o inconscientemente en este proceso de transformación: se construyen caminos, casas, se siembran extensiones de pastos que reducen los bosques, etc. Sin embargo, las acciones de la gente no se desarrollan de una manera arbitraria sino que obedecen a sus tradiciones, sus creencias y sus valores.

Este factor hay que tomarlo en cuenta, si queremos transformar nuestra realidad hacia una “situación deseada”

Irene Horejs “Formulación y gestión de Proyectos” 1991.

OBJETIVOS DEPARTAMENTALES

¨ Favorecer en los alumnos/as aprendizajes, que les posibiliten vincular el conocimiento teórico y metodológico con el análisis crítico de la realidad.

¨ Posibilitar que los alumnos/as valoren el trabajo en equipo, desarrollando actitudes cooperativas y solidarias entre sus compañeros/as así como en el entorno en el cual desarrollar sus proyectos.

FUNDAMENTACIÓN

Los cambios políticos , económicos y sociales registrados en los últimos años, han supuesto una nueva forma de relacionarse, de establecer contratos, de plantear requerimientos a las instituciones del Estado y plantearse también una forma de organizar las propias necesidades y sueños así como planificar los pasos necesarios para hacerlos realidad.

El término proyecto tiene una serie de significados e interpretaciones, pero de algún modo está relacionado con tres conceptos: construcción, futuro e imaginación creativa.

El hombre tiene expectativas y deseos relacionados con el futuro que a su vez actúan como motivadores en su accionar presente.

Futuro y presente pueden relacionarse de distintas maneras, con distinto grado de certeza, con más o menos riesgos y audacia, pero en definitiva , tanto en los individuos como en las instituciones, el motor está en lo que se desea alcanzar.

Una persona, una institución, una región o un país que no tenga proyecciones sobre el futuro, que no tenga proyectos, por pequeños que sean, está despojado de la energía esencial que le da la vida. El grado de utopía de esos proyectos puede tener distinta magnitud, pero en definitiva es la utopía la que nos moviliza, la que genera el movimiento, especialmente en tiempos de crisis .

El punto de llegada, los objetivos, las metas, sueños o esperanzas, tiene que ver con las expectativas humanas sobre el futuro.

El punto de llegada hace referencia a lo que habitualmente, en planificación, se denomina objetivo. En realidad, los procesos sociales son infinitos y por lo tanto nunca hay un punto estático, de fin, de llegada.

“Aunque parezca paradójico, el planificador que no tiene una buena dosis de utopía carece de la flema que necesita la tarea de imaginar el futuro. Planificar es una acción de imaginar y crear, de lo contrario, se desnaturaliza su esencia , y en esa imaginación , las utopías juegan un papel fundamental”

Pichardo Muñiz Arlette señala que “la planificación aprece como una forma particular de llevar a la práctica un determinado proyecto político, entendido como un conjunto de fines que - no necesariamente aparecen explícitos- sobre el tipo de sociedad que se desea lograr o mantener y es sustentado por una fueza social o coalición de fuerzas, así todas las fuerzas sociales inscriptas en la escena política pueden tener un proyecto político.”

Por ello la idea de proyecto hoy en día se ha desprendido de los espacios tradicionales de la empresa, pero también del orden administrativo del Estado y de las estructuras que le dan soporte así como del mundo de las ONGs. El hasta por así llamarlo proyectocentrismo ha abarcado a los espacios educativos, de servicio, productivo, comercial, tanto estatales como privados. En la actualidad se hace difícil pensar en realizar actividades sin que medie un diseño de proyecto anterior.

La concepción de proyecto implica no sólo la planificación sino que incluye también una permanente evaluación, la que podría ser definida “ como una forma de investigación social aplicada , sistemática, planificada y dirigida ; encaminada a identificar , obtener y proporcionar de manera válida y fiable , datos e información suficiente y relevante, en que apoyar un juicio acerca del mérito y el valor de los diferentes componentes de un proyecto o programa ( tanto en la fase de diagnóstico, como en la programación o ejecución). Esta puede realizarse también sobre un conjunto de actividades específicas que se realizan, han realizado o realizarán, con el propósito de producir efectos y resultados concretos. Estas acciones permiten comprobar la extensión y el grado en que dichos logros se han dado, de forma tal que sirva de base o guía para una toma de decisiones racional e inteligente entre cursos de actuación, o para solucionar problemas y promover el conocimiento y la comprensión de los factores intervinientes en el proceso"[1]

Por las características institucionales es posible enmarcar la orientación en conceptos políticos, económicos y sociológicos. También es necesario promover el reconocimiento de problemáticas como: la de género, la ambiental, la de los derechos humanos, etc. que han aparecido en los últimos decenios del siglo XX. Estas son producto de una crisis de la civilización, que cuestiona la racionalidad económica y tecnológica dominantes.

De esta manera, se pretende que el abordaje de la formulación, ejecución y evaluación de proyectos, no converja sólo en la propuesta reduccionista de conocer los pasos para la elaboración del mismo , sino también poder realizar una lectura crítica sobre los supuestos que lo sustentan.

Asimismo se pone especial énfasis en una concepción participativa y protagónica de responsables y beneficiarios y no desde una concepción tecnocrática que busca diseñarlos desde un escritorio, lo cual implica establecer el equilibrio entre lo económico y lo social, por lo menos en sus aspectos básicos y significativos.

Es importante reconocer que los proyectos forman un todo que comprende su diseño, gestión - administración, y seguimiento - evaluación. Los proyectos tienen su génesis en las necesidades sentidas por un grupo y las demandas que los momentos históricos plantean como necesarias. Por ello la importancia de analizar los distintos paradigmas de desarrollo en los cuales por los general se han inscripto los proyectos.

Coincidimos con E. Rockwell (1995) sobre la necesidad de reconocer que los alumnos son poseedores de conocimientos extraescolares, cuyas apropiaciones son previas o simultáneas a las que realiza en el contexto escolar; por lo que consideramos que los docentes debemos estar capacitados para trabajar sobre ese conocimiento, analizarlo como problemática, para que esos esquemas a través de los cuales los alumnos ordenan su propio conocimiento del mundo, no queden estereotipados ni pierdan la significación que pueden alcanzar (Achilli, 1996).

Según H Gardner, los estudiantes poseen diferentes mentalidades y por ello aprenden, memorizan, realizan y comprenden de modos diferentes. Algunos realizan una aproximación primordialmente lingüística al aprendizaje, mientras que otros prefieren un rumbo espacial o cuantitativo u obtienen mejores resultados cuando se les pide que manejen símbolos de clases diversas y otros pueden desplegar mejor comprensión mediante demostraciones prácticas o a través de interacciones con otros individuos. Su postulado es que “los seres humanos somos capaces de conocer el mundo de siete modos diferentes: a través del lenguaje, del análisis lógico-matemático, de la representación espacial, del pensamiento musical, del uso del cuerpo” entre otros. Estas diferencias desafían a un sistema educativo que supone que todos aprenden las mismas materias del mismo modo. La orientación es un espacio que considera este desafío a partir de las múltiples posibilidades que se les ofrecen a los alumnos y alumnas para el abordaje de diferentes recortes de la realidad, desde las asignaturas y los talleres.

El punto de partida será el contexto social y antropológico de la realidad inmediata. El docente, conociendo el entorno, podrá promover habilidades y conocimientos para interpretar e intervenir en su propio contexto u otros, contribuirá a generar las condiciones apropiadas para la formación de una persona participativa, capaz de gestar cambios, de aceptar las diferencias, propendiendo a la formación de actitudes hacia la aceptación, la no marginación y la no discriminación.

El grupo como lugar de encuentro, la cohesión, las expectativas que estimulan, la situación social en la escuela como potenciadora del enriquecimiento individual y colectivo y la heterogeneidad respetada constituyen dimensiones necesarias para la formulación de proyectos.

Haciendo educación desde una perspectiva crítica, progresista, democrática, nos obligamos a engendrar, estimular, favorecer la práctica educativa en el ejercicio del derecho a la “participación” de los que directa o indirectamente están ligados al quehacer educativo.

Paulo Freire

Es necesario destacar que la tarea emprendida se basa en “El esfuerzo propio y la ayuda mutua” principio que da sentido al trabajo en equipo.

METODOLOGÍA DE TRABAJO

En relación a la fundamentación metodológica de la Orientación, la misma dependerá de las características de los grupos de alumnos/as que cada año se constituye tanto en 5° como en 6° año, esto es tener presente una serie de condiciones que pueden articularse de diferentes maneras como por ejemplo número de alumnos por año, sus condiciones familiares, las expectativas con las que comienzan cada año, sus representaciones y transferencias tanto manifiestas como latentes respecto a la materia, a la docente, al grupo y a la institución, debido a que a lo largo del cursado de la orientación, los agrupamientos son diferentes.

Edith Litwin, destaca que la clase es un espacio social en el que se comparte y se negocia y que la ética del docente se fundamenta en su honestidad para explicitar la provisionalidad de las teorías que propone y la comprensión de los recortes temáticos particulares que su criterio, sus preferencias o su ignorancia lo llevaron a hacer en sus contenidos programáticos, debido a que el/la docente son concebidos como "actores y actoras" coyunturales, portadores/as de condicionantes culturales, de género, profesionales y personales , que actúan como condicionantes y mediadores en los procesos de enseñanza.

Esto implica que el/la docente tenga una permanente vigilancia epistemológica de su propia práctica, en tanto la condición de los contenidos y de las formas de enseñar adquieran un carácter de provisionalidad y no de verdad única.

“Lo que es fundamental es que el docente trabaje por y para la comprensión de la lógica disciplinar por parte del alumno y, en consecuencia por la construcción de un conocimiento significativo, relevante y transferible, para lo cual los contenidos que se le brindan deben ser en sí mismos significativos, lógicos y transferibles.

En este esquema teórico se da una preponderante importancia a los contenidos y su estructuración disciplinar, que los alumnos integrarán en itinerarios o diagramas cognitivos de su propia construcción (o reconstrucción, mejor dicho) y que mantienen, necesariamente, compatibilidad y coherencia con los mapas cognitivos en que se esquematizan los contenidos disciplinares según su propia lógica de constitución interna.” ( Winivesky, Sonia – 1.996)

Esto no sería posible si no se entiende que el estudio de cualquier aspecto de la experiencia humana ha de ser, por necesidad, multifacético. En que vemos cada vez más que la mente humana, si bien no existe sin cerebro, tampoco existe sin tradiciones familiares, sociales, genéricas, étnicas y generacionales.

Bachelard, señalaba que lo simple no existe: sólo existe lo simplificado. Por ello, siguiendo la línea de pesamiento de Edgar Morin, es importante reconocer la complejidad de la realidad así como del pensamiento. "...el pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que relaciona. Es el significado más cercano del término complexus (lo que está tejido en conjunto). Esto quiere decir que en oposición al modo de pensar tradicional, que divide el campo de los conocimientos en disciplinas atrincheradas y clasificadas, el pensamiento complejo es un modo de religación. Está pues contra el aislamiento de los objetos de conocimiento; reponiéndoles en su contexto, y de ser posible en la globalidad a la que pertenecen."(Morin, 1996, p. 72)

Lo propio del pensamiento complejo es reconocer que la realidad es una y, aunque dividida artificialmente para su estudio, siempre será una y requerirá de esfuerzos multi e interdisciplinarios para ser estudiada.

El mundo y la realidad que se percibe depende de la capacidad de percepción de quien percibe, de tal manera que se pueden percibir mundos y realidades diferentes. Por lo cual, yo no puedo garantizar que mi percepción sea la única, ni la mejor, ni la verdadera, sólo puedo dar mis argumentos de por qué la percibo así y no de otra manera.

La realidad como tal no es algo que esté fuera del sujeto, el cual sólo tiene que ir a tomarla allá afuera. La realidad se va construyendo a partir de un conjunto de selecciones y clasificaciones que realiza el sujeto. En este proceso tiene dos herramientas importantes, una es el lenguaje y la otra el pensamiento.

Para lograr desarrollar este tipo de pensamiento es preciso desafiar nuestros mitos y dogmas académicos, repensar críticamente cómo pensamos y aceptar, en algunos casos, que las contradicciones no pueden ser siempre resueltas.

En este sentido, el docente debe brindar los “andamiajes conceptuales” que redundarán en las actividades concretas de los/las estudiantes, tanto en la situación de clase como en otros espacios y momentos de trabajo conceptual y aplicativo, mediante el aprendizaje y puesta en acción de actos de expresar, comunicar, definir, realizar, discutir, polemizar, etc. sobre significados, relaciones de sentido y derivaciones empíricas.

Siguiendo el pensamiento de la Prof. Sonia Winivesky, “las instituciones, los grupos y los sujetos constituyen una dialéctica ininterrumpida de atravesamientos recíprocos, simultáneamente instituida e instituyente en el amplio y dramático espacio social”.

En su implementación didáctica, la constitución de grupos de aprendizaje o grupos de estudio podría crear un espacio para el crecimiento en cooperación recíproca, sin embargo, a su vez también pueden generarse situaciones de ansiedad respecto al propio valor o desconfianza respecto a la aceptación de los otros, fenómenos que, Enrique Pichón Riviere denominaba “ansiedades depresivas y persecutorias”. Situaciones a las que como docentes también debemos prestar especial atención a los fines de no estereotipar la actuación y actitud de los alumnos/as en categorías de buenos y malos, aplicados o vagos.

“Afirmamos que todos pueden aprender a participar, a reconocer a los otros y a sentirse reconocidos, ya que el discurso del grupo se va armando con los signos de cada uno y su resonancia en la malla grupal” (S Winivesky).

Por las consideraciones antes mencionadas, las estrategias metodológicas que orientan la metodología en base a la a cual se trabaja en el departamento son básicamente dos, que se incluyen y complementan mutuamente: el trabajo en Taller y las formación de grupos operativos.

Acerca del primero se lo puede definir como un espacio de trabajo donde se articulan saberes con el objeto de analizar situaciones problemáticas e identificar alternativas de solución, esta metodología de trabajo se sustenta en: la Educación Popular, la Investigación Acción Participante, y la Planificación Participativa.

Durante el desarrollo del Taller se identifican los siguiente momentos:

1. Presentación

2. Integración

3. Problematización

4. Aporte teórico

5. Acuerdo-programación

6. Evaluación

Es importante destacar que lo que anima esta metodología es el respeto por el/la otro/a, por lo que se convierte en una herramienta dialogal que retende desconstruir y reconstrir en conjunto , la idea de Taller “procede del establecimiento del vínculo y la comunicación a la producción de la tarea, tanto a nivel concreto como abstracto, en tanto a través del grupo se logra de hacer la síntesis del hacer, el sentir y el pensar, el aprendizaje. El Taller puede combinar perfectamente, el trabajo individual y personalizado y la tarea socializada, grupal y colectiva” (María Teresa Cuberes)

Esta propuesta de taller, pretende complementarse con el abordaje de las inteligencias múltiples propuestas por Gadner, a los efectos de enriquecer el trabajo aúlico y poder de alguna manera prestar atención a las características personales de los alumnos/as y de esta manera tratar de realizar una enseñanza más acorde a sus intereses.

A su vez, el grupo operativo se caracteriza se caracteriza por estar centrado en forma explícita en una tarea que en este caso es el aprendizaje. Bajo esta tarea explícita subyace otra implícita que apunta a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas estereotipadas que dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo frente a toda situación de progreso o cambio”.

"La tarea consiste entonces en la elaboración de dos ansiedades básicas, 'miedo a la pérdida' (ansiedad depresiva) de las estructuras existentes y 'miedo al ataque' (ansiedad paranoide) en la nueva situación, proveniendo esta última de nuevas estructuras en las que el sujeto se siente inseguro por carencia de instrumentación.

Los grupos operativos organizan su tarea a través del ECRO, abreviatura de Esquema Conceptual, Referencial y Operativo. El ECRO es un conjunto de conceptos teóricos ('conceptual'), que son referidos a un grupo y a una situación concreta ('referencial') para trazar instrumentalmente ('operativo'), sobre esas bases, una estrategia de cambio que se constituye como la tarea de un grupo operativo. El ECRO es ante todo un instrumento que debe ser construído en el contexto de las actividades de un grupo operativo y es, por ello, ante todo, un ECRO grupal.

Que el ECRO sea un instrumento significa que no es un fin en sí mísmo, sino un medio que deberá construír un grupo operativo para, sobre esa base, cumplir su cometido. Se lo define como un "conjunto organizado de nociones y conceptos generales teóricos, referidos a un sector de lo real, a un universo del discurso, que permite una aproximación instrumental al objeto particular concreto. Este ECRO y la didáctica que lo vehiculiza están fundados en el método dialéctico" .

Como su nombre lo indica, el ECRO está constituído por tres esquemas: conceptual, referencial y operativo, estando los tres articulados dialécticamente entre sí en el sentido que cada uno va enfrentándose e integrándose con los otros en el transcurso del quehacer grupal, hasta constituírse en una herramienta única. El ECRO no es entonces un concepto estático sino dinámico.

Así concebido, el ECRO ubica "al sujeto en el campo (lo referencial), le permita abordarlo a partir de elementos conceptuales [lo conceptual], comprenderlo y operar sobre él mediante las técnicas adecuadas [lo operativo]. Esta 'situación' en el campo y el pensar y operar sobre él implica la necesidad no sólo de manejo teórico sino de la elaboración de las ansiedades emergentes en toda situación de cambio" .

En suma, "las finalidades y propósitos de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su actividad está centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a causa del monto de ansiedad que despierta todo cambio. En el grupo operativo, el esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje y la resolución de tareas coinciden con la curación, creándose así un nuevo esquema referencial”.

De esta manera se concluye con la afirmación, que la concepción metodológica sustentada por los y las docentes de la Orientación, combina nociones realcionadas con estratégico metodológico, sí como con lo epistemológico en el hecho pedagógico de la enseñanza y su par el aprendizaje, con el fin de dar mayor sentido y significatividad a las asignaturas y los talleres, sin descuidar el análisis permanente de la propia práctica que es individual pero que se problematiza y enriquece en la acción colectiva.



[1] Aguilar, María José y Ander-Egg Ezequiel. Evaluación de Servicios y Programas Sociales. Siglo XXI de España.,Editores,S.A. Madrid 1992

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